(Mundo Nuevo Gallery Art).
Es que no está puesto de una manera religiosa. “Epifanía” en realidad tampoco tenía que ver con la epifanía de los reyes magos, sino que busqué en el diccionario lo que quería decir epifanía y, en realidad, la traducción, la que viene del griego es “poner a la luz”, “iluminar”. Todo lo que tiene que ver con lo luminoso y lo que uno pone para que se vea. Entonces ahí como que me cuajaba perfectamente. “Estado de gracia” también, no está referido a lo religioso, sino a un estado de mucha felicidad casi rozando con lo sagrado, que no es lo mismo que lo religioso.
-Sin embargo, lo religioso y lo sagrado aparece mucho…
Sí, en esa serie de las cajitas, que es una serie, como digo yo, religiosa, místico-humorística.
-Lo animal es recurrente en su obra, pero nunca aparece puro, sino vinculado a lo extraño, como deformado o cerca de lo humano.
Más que deformado, humanizado.
-¿Por qué?
Porque me interesa toda esa relación entre lo humano y lo animal. Entre lo animal que tiene la gente, las personas, y lo humano que tienen los animales.
-¿Por qué los pájaros? Aparecen mucho, también en su muestra anterior, “Pájaros en la cabeza”.
De siempre, no tengo una explicación de eso. Desde que empecé a dibujar que trabajo con el tema de los pájaros. Me acuerdo que hice una exposición en La Plata hace muchísimos años que se llamaba “Intentos de vuelo”. O sea que siempre es una temática que tuvo que ver conmigo y que me interesó hacer. Uno no sabe tampoco, no tiene una explicación racional de por qué pinta determinadas cosas.
-Pero es un tema que le interesa.
Es recurrente.
-¿Cómo es el proceso creativo de Renata Schussheim? ¿Las imágenes son como epifanías y se le revelan enteras y de una vez? ¿Cuánto tiempo tarda en pintar un cuadro?
No, no hay una fórmula. No hay una cláusula porque a veces empiezo un dibujo, lo dejo, agarro otro. A veces hago dos al mismo tiempo. A veces lo dejo dos años y lo vuelvo a agarrar. O sea que no, no hay fórmula.
-¿Cuánto tiempo le lleva pintar un cuadro? ¿Le pasa que pinta uno de corrido en una noche o generalmente es más un trabajo de hacer un día una parte…?
Sí, es así. Es más fraccionado.
-¿Trabaja con varios a la vez?
Por ahí trabajo con varios a la vez. El trabajo con el lápiz es muy minucioso, después viene al final de todo pintar los fondos. En general me lleva días.
-¿Y estos que son de Jean Francois Casanovas, Totó y los custodios de la entrada son sobre fotos?
Sí, ese es un trabajo que es pintura acrílica sobre foto. Es la primera vez que lo hago y me costó mucho hacerlo.
-La mayoría de los cuadros de esta muestra son del 2011. ¿Estuvo encerrada trabajando?
No, encerrada no estuve. Trabajé bastante más, sí. Digamos, me protegí de lo exterior y me quedé trabajando bastante, pero encerrada no y excluyendo otras cosas tampoco, porque trabajé mucho en teatro también.
-¿Cuándo era tan joven vio que iba a llegar tan lejos o se imaginaba de otra manera? ¿Cómo se proyectaba?
Yo cuando era muy, muy chiquita quería ser como Picasso. Después me bajó un poco el penacho y dije “bueno, Miró…”, más abajo. Y después no me importó ser como nadie. Después realmente dije “lo que yo quiero hacer es lo que me gusta y disfrutarlo” y no me propuse tener una meta social o de ubicación en lo social.
-¿Qué Picasso le gustaba?
Cuando yo era chiquita dibujaba cosas raras y firmaba “Picasso”. Te estoy hablando de cuando tenía seis años. O sea, quería ser un pintor, digamos.
-¿Y qué pintores le gustaban mucho cuando se estaba formando? ¿Pensaba “me gustaría ser como tal…”?
Me gustaba mucho El Bosco, que me influenció mucho. Mucho Magritte, también. Matisse me gustaba muchísimo.
-¿Y argentinos?
Argentinos me gustaba mucho Alonso, que fue mi maestro y que me influenció mucho. Macció, Eguía, Inés Vega, María Orensanz, mucha gente que me gusta.
Renata Sschussheim
Estado de gracia
Del 31 de octubre al 30 de diciembre de 2011
Mundo Nuevo Gallery Art
Callao 1870 planta baja
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