(Versión de Casa de Muñecas, de Henrik Ibsen)
x Lucía Viera Rodriguez
La pareja protagonista conformada por Nora y Jorge Helder, alude desde el comienzo de la obra a una película que ambos vieron juntos en el cine antes de iniciarse la acción. Se trata de Escenas de la vida conyugal de Ingmar Bergman, que retrata un matrimonio que después de varios problemas termina en divorcio. En un episodio de esta película, el marido no quiere firmar el divorcio y arremete contra su mujer. No quiere dejarla ir pero, después de golpearla, culposo, firma. El final de la obra teatral es muy similar ya que el deseo femenino de Nora encuentra la oposición salvaje de su marido que le grita “Podría matarte, Nora” mientras la golpea una y otra vez contra la pared de la cocina. Esta escena añade un plus de violencia a la obra original de Henrik Ibsen, y la resignifica. El portazo de Nora que se va y deja a su esposo e hijos queda ahora en suspenso.
En sus propias escenas de vida conyugal, se ve una división de roles muy marcada: Jorge pretende controlar no sólo los gastos que se producen en la casa, sino incluso lo que come su mujer. Como estrategia de dominación, la condena a sostener una masa corporal insignificante, que contrasta con su propia gordura. El único medio que tiene Nora para enfrentarse a él es alimentar su deseo en secreto. A escondidas come caramelos y oculta préstamos económicos. Son las tretas del débil.
Toda la acción se trama a espaldas de Jorge quien, en su afán por dominar la escena, termina por no ver nada de lo que sucede. De hecho, al inicio de la obra, Nora se adelanta para entrar en la casa y explicarle a las otras dos mujeres que allí se encuentran: “Ahora Jorge va a entrar y lo primero que va a decir es: Cada pareja un mundo. Y va a hablar y hablar, fatalmente, de la plata que se gasta en esta casa. Bueno, necesito que le resten importancia a lo que él diga”. Él es tan imponente como predecible. Sólo al final, cuando se de cuenta que ya no puede dominar la situación, entrará en su accionar lo inesperado.
La estructura dramática de la obra de Veronese permanece similar a la de Ibsen, aunque hay algunas modificaciones. Se suprimen personajes menores y se cambia el género del Dr. Rank, quien en la versión original es amigo de la familia y secreto enamorado de Nora. Ahora la Dra. Rank es una mujer particular: fría, con varios vicios y anécdotas homosexuales. Esto evidencia el desplazamiento que se produce de los géneros y de su relación con el saber. Son los personajes femeninos los que saben lo que ocurre verdaderamente y, por ello, manipulan a los hombres en la intimidad pero son estos los que detentan el poder en términos sociales. El dinero, y su capacidad de influenciar las relaciones que se despliegan en la obra, está puesto en primer plano.
Al comienzo de la obra, el personaje femenino que encarna Nora se muestra alegre y feliz mientras zapatea en el living y le tira besos en el aire a su marido. De a poco, se va revelando en la obra su fortaleza oculta, que termina por agrietar la superficialidad de su matrimonio. El mismo Helder pasa de una actitud sobreprotectora y mimosa a una violencia que va de lo verbal a lo físico. Finalmente la armonía de esa casa de muñecas se rompe. “Empezamos a parecer humanos”, expresa uno de los personajes casi al final. Pero van un paso más allá, donde su matrimonio linda con lo inhumano.
Ficha Técnico-artística
HELMER es Carlos Portaluppi
NORA es María Figueras
LA DOCTORA RANK es Ana Garibaldi
CRISTINA es Mara Bestelli
KROGSTAD es Roly Serrano
Adaptación escenográfica: Franco Battista
Asistente de dirección: Felicitas Luna
Producción: Sebastián Blutrach
Dirección: Daniel Veronese
Viernes a las 23 horas y sábados a las 20:30
Localidades $ 60.- Descuentos jubilados y estudiantes $ 30.-
Teatro Camarín de las Musas – Mario Bravo 960 – 4862-0655
En sus propias escenas de vida conyugal, se ve una división de roles muy marcada: Jorge pretende controlar no sólo los gastos que se producen en la casa, sino incluso lo que come su mujer. Como estrategia de dominación, la condena a sostener una masa corporal insignificante, que contrasta con su propia gordura. El único medio que tiene Nora para enfrentarse a él es alimentar su deseo en secreto. A escondidas come caramelos y oculta préstamos económicos. Son las tretas del débil.
Toda la acción se trama a espaldas de Jorge quien, en su afán por dominar la escena, termina por no ver nada de lo que sucede. De hecho, al inicio de la obra, Nora se adelanta para entrar en la casa y explicarle a las otras dos mujeres que allí se encuentran: “Ahora Jorge va a entrar y lo primero que va a decir es: Cada pareja un mundo. Y va a hablar y hablar, fatalmente, de la plata que se gasta en esta casa. Bueno, necesito que le resten importancia a lo que él diga”. Él es tan imponente como predecible. Sólo al final, cuando se de cuenta que ya no puede dominar la situación, entrará en su accionar lo inesperado.
La estructura dramática de la obra de Veronese permanece similar a la de Ibsen, aunque hay algunas modificaciones. Se suprimen personajes menores y se cambia el género del Dr. Rank, quien en la versión original es amigo de la familia y secreto enamorado de Nora. Ahora la Dra. Rank es una mujer particular: fría, con varios vicios y anécdotas homosexuales. Esto evidencia el desplazamiento que se produce de los géneros y de su relación con el saber. Son los personajes femeninos los que saben lo que ocurre verdaderamente y, por ello, manipulan a los hombres en la intimidad pero son estos los que detentan el poder en términos sociales. El dinero, y su capacidad de influenciar las relaciones que se despliegan en la obra, está puesto en primer plano.
Al comienzo de la obra, el personaje femenino que encarna Nora se muestra alegre y feliz mientras zapatea en el living y le tira besos en el aire a su marido. De a poco, se va revelando en la obra su fortaleza oculta, que termina por agrietar la superficialidad de su matrimonio. El mismo Helder pasa de una actitud sobreprotectora y mimosa a una violencia que va de lo verbal a lo físico. Finalmente la armonía de esa casa de muñecas se rompe. “Empezamos a parecer humanos”, expresa uno de los personajes casi al final. Pero van un paso más allá, donde su matrimonio linda con lo inhumano.
Ficha Técnico-artística
HELMER es Carlos Portaluppi
NORA es María Figueras
LA DOCTORA RANK es Ana Garibaldi
CRISTINA es Mara Bestelli
KROGSTAD es Roly Serrano
Adaptación escenográfica: Franco Battista
Asistente de dirección: Felicitas Luna
Producción: Sebastián Blutrach
Dirección: Daniel Veronese
Viernes a las 23 horas y sábados a las 20:30
Localidades $ 60.- Descuentos jubilados y estudiantes $ 30.-
Teatro Camarín de las Musas – Mario Bravo 960 – 4862-0655