El amor es destructivo



x Martín Villagarcía

Amor de Fedra es la única obra de Sarah Kane (Essex, 1971) que quedaba por estrenarse en el circuito teatral porteño. Nuevamente quien se hizo cargo del desafío fue Mariano Stolkiner (Buenos Aires, 1973), que ya había experimentado con el teatro de esta autora cuando dirigió Cleansed en 2007 y 2008.

El objeto de las obras de Sarah Kane es el amor descarnado, en crudo, expuesto en todo su patetismo (Crave), desesperación (Cleansed) y, principalmente, en su soledad (4.48 Psychosis). Sin embargo, esa pasión descontrolada siempre encuentra resistencia en el tiempo que se acaba o que nunca termina y que, como fue enunciado en el film Irreversible (Gaspar Noe, 2002), lo destruye todo. Amor de Fedra no es la excepción, aún más tratándose de una relectura de una tragedia clásica.

A diferencia de la mayoría de las versiones de la obra de Séneca, en este caso quien está en el centro es Hipólito (Pablo Cura), del lado del nihilismo, opuesto a Fedra (Mónica Driollet), presa de un arrebato de amor desesperado y morboso que la conduce al suicidio. A partir de esta muerte, Hipólito deviene Mersault (protagonista de El extranjero de Albert Camus) y, tras ser acusado desde el más allá de haber violado a su propia madrastra, es juzgado por la sociedad hipócrita.

En este derrotero por una criminalidad que no le corresponde, pero tampoco le importa, se enfrenta primero con la iglesia, que acaba de rodillas ante él y luego con la turba, que lo convierte en el chivo expiatorio de aquello que hoy en día nos preocupa tanto a todos los argentinos como la “inseguridad”. La puesta de Mariano Stolkiner hace ganar mucho a la obra en este último aspecto, exacerbando el amarillismo en el uso del video como medio masivo de comunicación y dispositivo de la literalidad de la violencia a la que la televisión nos tiene condenados.

Amor de Fedra es una obra incómoda, como la realidad misma, que viene a despertarnos de la ensoñación, a mostrarnos las contradicciones de las que estamos presos. No obstante, antes de irnos, nos despide deseándonos que tengamos un buen día.


FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA
Autoría: Sarah Kane
Versión: Mariano Stolkiner
Traducción: Pablo Rey
Actúan: Pablo Cura, Mónica Driollet, Alejo Mango, Flavia Sinsky
Actuación en video: Guillermo Aragones, Miguel Christophersen, Graciela Cravino, Mario Petrosini, Mariano Tenconi Blanco, Valeria Vogt
Vestuario: Mercedes del Campo
Maquillaje: Agata Sara Ini
Diseño de escenografía: Mariano Stolkiner
Diseño de espacio: Matías Mango
Diseño de luces: Julio López
Realización de escenografía: Rodrigo Mujico, Eduardo Spindola, Mariano Stolkiner
Realización de video: Marcos Pastor, Mariano Stolkiner
Sonido: Lucía Palachi
Efectos especiales: Mauro Carrizo
Fotografía: Carolina Bonfil, Guido Piotrkowski
Diseño gráfico: Luciana Waisberg
Asistencia de dirección: Rodrigo Mujico
Prensa: Daniel Franco, Paula Simkin
Producción ejecutiva: Bárbara Rapoport
Dirección: Mariano Stolkiner

EL EXTRANJERO
Valentín Gómez 3380 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 3980-1147
Entrada: $ 35,00 y $ 20,00 - Viernes - 21:30 hs - Del 23/07/2010 al 03/09/2010

Absentha o El destructor nostálgico



x Karen Ramírez Jiménez*

No es culpa de nadie nacer sin talento o en una época equivocada. Ante nuestra riente sorpresa, asistimos a la génesis de un movimiento artístico integrado por tres poetas y su profesor. Absentha de La Fronda Teatro, es una obra donde el humor se expone desde contrastes realistas y posmodernos.

Los genios de las vanguardias suelen gestarse en recovecos mugrientos, decadentes y populares. Hay un salón que nunca cambia; pasan las semanas, los meses, los años, y nos damos cuenta que un espacio donde se dan clases de globología o salsa puede atrapar a los individuos; obligarlos a volver a él porque éste es el testigo silencioso de sus cambios. Un espacio realista no cómico donde sucede una acción simple dilatada, dando profundidad al comportamiento en función de la intimidad creativa de los personajes y las relaciones entre ellos. Si bien puede encajar en el género de pieza (ALATORRE: 1986), sostiene fuertes elementos de comedia negra (PAVIS: 1996).

Entre rima y rima, imágenes de la playa o el pus, están latentes los tintes existencialistas urbanos, la sensiblería con la sensibilidad, el desprecio. Lo cómico y los límites de la agresión en la obra van desarrollándose desde personajes hiperindividuales y hedonistas que van exponiendo su narcisismo colectivo (LIPOVETSKY:1983), que forman un movimiento vanguardista en contradicción con su incapacidad de pensarse como grupo; el desprecio por el trabajo artístico no solo de sus enemigos o adversarios, sino también por el de sus compañeros; la oposición entre añorar la gloria de poetas del pasado y evaluar a sus inmediatos generacionales como obsoletos; al final, la indiferencia con su tiempo histórico.

La burla no solo es explorada desde los juegos de palabras, encontramos elementos simples en el vestuario que nos recuerda que para ser artista, se invoca y se imita a los genios del pasado, ¿Cuántos artistas no se esfuerzan en lucir como tales? Entonces la crítica es arrolladora, como espectadores asistimos a la pugna entre individuos de la misma clase social, de colegas, de poetas que quieren que su obra sea reconocida como única.

Con Absentha recordamos un poco a Pinter por el tratamiento del espacio, el ritmo escueto y aparentemente lento; pero hay un particular tratamiento del humor sobre el patetismo, el ego, la idolatría a maestros que tienen talento de abusadores y cuya autoridad es apenas discutida por su pequeña secta. Ante nosotros el juego de los maltratos o la pleitesía.

En el salón de la rata muerta -o el submundo-, un trago de absenta es la invitación a la destrucción, al encuentro, a la revelación. Un conserje limpia, pega y despega carteles de huelga, es un fantasma que nadie ha visto –salvo el público-, dilata el ritmo y funciona como un elemento de extrañamiento. En la noche, cuando cierra el centro de cursillismo o los eternos talleres, -¿acaso particularidad de la dinámica artística porteña?- nos damos cuenta que el mundo no cambia, y los poetas son tan importantes en el mundo como ese salón del que salieron.


*Karen Ramírez Jiménez.
Lic. Artes Escénicas UPN (Bogotá-Colombia)
Maestría en Teatro y Cine Latinoamericano y Argentino UBA


FICHA TÉCNICA
La Fronda teatro
ABSENTHA
De Alejandro Acobino
DIRECCIÓN
Ana Sánchez
Actúan
Rodolfo Demarco
Jose Mehrez
Fernando Migueles
German Rodriguez
Pelos
Ale Granado
Diseño de Luces
Sergio Cucchiara